Búsqueda en la ciudad.
Aguarda la metamorfosis
En cada esquina
El cambio se entiende desde.
Enclaustrado, sin alas,
No hay caída
Todo se vuelve Blue,
Navegación sin rumbo
Viaje de ida y vuelta
Florece entonces esa necesidad,
el entendimiento que levita
en la tristeza
No distingo su forma,
Blue es color y ausencia.
martes, 27 de abril de 2010
domingo, 14 de marzo de 2010
A Cernuda
El Amigo
Los lugares idénticos parecen,
Las cosas como antes,
Mas él no está, ni la luz, ni las hojas,
Y en esta calma hacia el final del año
Llevas la soledad por toda compañía.
Es grato errar afuera,
Ir con tu sombra, recordando
Lo pasado tan cerca en lo presente,
Crecida ya su flor sin tiempo.
¿Es ésta soledad si así está llena?
El mediodía ahora, con su cielo
Que se acerca velado
Al río de aguas ciegas,
Vuelve hacia ti la historia
Íntimo y silencioso como un libro.
En su sosiego crees
Que una forma ligera se encamina
Dulcemente a tu lado,
Como el amigo aquel, cuando las hojas
Y la luz, luego idas con él mismo.
Le llamas ido, y no semeja
Su vida, transcurriendo a la distáncia,
Espectro de la mente hoy,
Sino vida en la tuya, entre estas cosas
Que le vieron contigo.
Negado a tu deseo, hallas entonces
Que si tocas tu mano es con su mano,
Que si miran tus ojos es con sus ojos,
Y tu amor en ti mismo
Tiene cuanto le dio y en él perdiera.
No le busques afuera. Él ya no puede
Ser distinto de ti, ni tú tampoco
Ser distinto de él: unidos vais,
Formando un solo ser de dos impulsos,
Como al pájaro solo hacen dos alas.
Algunos pocos entendemos a Cernuda, afortunados de vernos reflejados en sus palabras, sin necesidad de llenarnos la boca de ningún contenido. Eso ya lo hizo él, que por algo ES Poeta.
V.d
Los lugares idénticos parecen,
Las cosas como antes,
Mas él no está, ni la luz, ni las hojas,
Y en esta calma hacia el final del año
Llevas la soledad por toda compañía.
Es grato errar afuera,
Ir con tu sombra, recordando
Lo pasado tan cerca en lo presente,
Crecida ya su flor sin tiempo.
¿Es ésta soledad si así está llena?
El mediodía ahora, con su cielo
Que se acerca velado
Al río de aguas ciegas,
Vuelve hacia ti la historia
Íntimo y silencioso como un libro.
En su sosiego crees
Que una forma ligera se encamina
Dulcemente a tu lado,
Como el amigo aquel, cuando las hojas
Y la luz, luego idas con él mismo.
Le llamas ido, y no semeja
Su vida, transcurriendo a la distáncia,
Espectro de la mente hoy,
Sino vida en la tuya, entre estas cosas
Que le vieron contigo.
Negado a tu deseo, hallas entonces
Que si tocas tu mano es con su mano,
Que si miran tus ojos es con sus ojos,
Y tu amor en ti mismo
Tiene cuanto le dio y en él perdiera.
No le busques afuera. Él ya no puede
Ser distinto de ti, ni tú tampoco
Ser distinto de él: unidos vais,
Formando un solo ser de dos impulsos,
Como al pájaro solo hacen dos alas.
Algunos pocos entendemos a Cernuda, afortunados de vernos reflejados en sus palabras, sin necesidad de llenarnos la boca de ningún contenido. Eso ya lo hizo él, que por algo ES Poeta.
V.d
martes, 16 de febrero de 2010
Para dejar de ser sordo y ciego al mundo que me rodea
Kuang-tse señala
que una mujer hermosa
que da placer
a los hombres sólo
sirve para asustar a
los peces cuando
se zambulle en el
agua.
John Cage, Escritos al oído
jueves, 7 de enero de 2010
El club
Incesante anhelo por ser uno de ellos, por crear, por descubrir y en definitiva por volar. Ellos son nuestra hoja de ruta. En realidad ya todo está escrito. No hacemos más que releer, llueve sobre mojado. Sin embargo, la esperanza, la oscuridad de no hallar fin. Cada uno desde su postura, cada uno en una dimensión distinta, afinidades selectivas en un bar de l'eixample, en su casa, en los blogs, en nuestras mentes el subconsciente de querer crear algo grande.
Son demasiado pesadas las cadenas, muy tristes nuestras realidades cotidianas, no nos dejemos ahogar por ese spleen. Solo se trata de buscar adentro, está en nosotros, coño parecemos ciegos. Olvidemos por un momento a Cortázar, a la Maga y a Oliveira, qué hay de esta nouvelle vague de la que tan poco se ha hablado. ¿Por qué no buscar literatura en nuestras propias vidas?
Desamárrense, cuando vuelva.
Son demasiado pesadas las cadenas, muy tristes nuestras realidades cotidianas, no nos dejemos ahogar por ese spleen. Solo se trata de buscar adentro, está en nosotros, coño parecemos ciegos. Olvidemos por un momento a Cortázar, a la Maga y a Oliveira, qué hay de esta nouvelle vague de la que tan poco se ha hablado. ¿Por qué no buscar literatura en nuestras propias vidas?
Desamárrense, cuando vuelva.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)